Verrugas Genitales (Condilomas)
Muchos de los pacientes las describen como verrugas genitales, lo cual es cierto, ya que los condilomas (que es el nombre que reciben estas lesiones) comparten su origen con las verrugas comunes. Estas lesiones están causadas por un virus, que no es otro que el virus papiloma humano (VPH), el mismo que causa en las mujeres el cáncer de cérvix, para el cual deben hacerse pruebas de despistaje cada 2 o 3 años en función de su edad.
No es infrecuente que pacientes consulten por la aparición de lesiones de aspecto verrucoso, blando, alargado y color similar al de la piel normal en la zona genital, anal o perioral.
Estas lesiones, aunque es típico que aparezcan en la zona genital, pueden aparecer también alrededor de la boca a través del contagio por ciertas prácticas sexuales.
Su número no suele ser muy elevado ni en una ni en otra localización, a menos que nos encontremos ante pacientes inmunodeprimidos, bien sea por una infección por VIH o por algunos tratamientos como la quimioterapia o los inmunomoduladores.
En estos casos, aparecen multitud de condilomas y su riesgo de derivar en tumores, de otra forma prácticamente residual, aumenta de forma llamativa.
El diagnóstico de los condilomas se hace mediante la exploración de las lesiones por su médico, el cual en ocasiones puede recurrir al ácido acético para resaltar las mismas.
Su tratamiento se basa en su destrucción con láser, nitrógeno líquido o su extirpación mediante curetaje. Se puede recurrir también a cremas que contengan inmunomoduladores como el imiquimod.
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